Cuando en 2014 construí el Programa 'Sin miedo a hablar en público' destinado, especialmente, a las sedes de la Universidad de Alicante, brotó un dato relevante: todos lo participantes tenían mayor incertidumbre ante el resultado de la lectura en público que de la oratoria; la necesidad de dotarla de adecuada fonética y expresión.
Junto a la técnica y el dominio, leer en público nos sitúa en un plano de atención, aprendizaje, memoria, ampliación del código lingüístico y comunicación. Fortalece, así, importantes funciones siquicas y nos sitúa en la imprescindible escena colectiva y de convivencia.
La I Jornada de Lectura continuada realizada en Castalla nos sumergió, a participantes y asistentes, en una burbuja de encantamiento.
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La cromática experiencia intergeneracional, transitada por voces grandes y pequeñas nos regaló crónicas, tradiciones, testimonios, poemas, viajes fantásticos... y la inequívoca percepción, el privilegio de sentir el valor de la palabra.
Gracias a todas las personas que habéis leído, escuchado, disfrutado, colaborado... En respuesta a todo ello, sello mis ganas y compromiso; CONTINUARÁ.